Originaria de la región del Mediterráneo, la Pyracantha spp. es una de las especies más populares en el mundo del bonsái, gracias a su follaje verde brillante y a sus frutos coloridos. Sus hojas son pequeñas y ovaladas, y las flores, blancas o rosadas,
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Luz solar: La Pyracantha prefiere pleno sol para una floración y fructificación óptimas. Puede tolerar sombra parcial, pero la producción de frutos será menor.
Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Deje que la capa superior del suelo se seque ligeramente entre riegos. Es más tolerante a la sequía que las azaleas, pero todavía requiere riegos regulares, especialmente en macetas de bonsái.
Humedad: La Pyracantha no es tan exigente como las azaleas en cuanto a humedad, pero se beneficia de niveles moderados. Una bandeja de humedad no es necesaria a menos que el ambiente sea extremadamente seco.
Poda: La poda es crucial para dar forma y mantener la forma del bonsái. Pode los nuevos brotes para estimular la ramificación y mantener un tamaño compacto. Se pueden usar alambres durante la temporada de crecimiento, ¡pero cuidado con las espinas!
Fertilización: Fertilice la Pyracantha durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado soluble en agua. Reduzca o suspenda la fertilización a finales del verano y otoño.
Trasplante: Trasplante la Pyracantha cada 2-3 años, idealmente a principios de primavera, antes del inicio del nuevo crecimiento. Use una mezcla de sustrato para bonsái con buen drenaje.
Floración y fructificación: La Pyracantha es conocida por sus flores blancas en primavera, seguidas de una profusión de bayas de colores (amarillas, naranjas o rojas) que permanecen del otoño al invierno. Una poda adecuada puede ayudar a estimular una buena producción de frutos.
Ficha técnica