Camelia spp. - B3491

Luz solar: Prefiere luz solar filtrada o sombra parcial. Evite el sol directo intenso, que puede dañar las hojas y flores.

Riego: Mantenga el suelo húmedo, evitando el encharcamiento. La Camelia requiere riego regular, especialmente durante la floración.

Humedad: Prefiere niveles moderados a altos de humedad. Evite lugares muy secos o mal ventilados.

Poda: Pode las ramas y flores marchitas después de la floración para estimular nueva floración y mantener la forma del bonsai.

Fertilización: Fertilice durante la primavera y principios del verano con un fertilizante específico para plantas ácidas. Reduzca la fertilización tras la floración.

Trasplante: Se recomienda trasplantar cada 2-3 años, preferiblemente después de la floración, utilizando un sustrato ácido bien drenado.

Floración: La verdadera belleza de la Camelia reside en la transformación estacional de sus hojas y en la elegancia y variedad de colores de sus flores, que aportan vitalidad y sofisticación al bonsai durante los meses de floración.