Originaria de las regiones tropicales y subtropicales de Asia, la Gardenia jasminoides es una de las especies más elegantes del bonsái, apreciada por la pureza de sus flores blancas y su perfume envolvente. Las hojas, de un verde oscuro y brillante, re
Envío y plazos de entrega
Política de devolución
Luz solar: Prefiere mucha luz, pero protegida del sol directo en las horas más intensas. Tolera semisombra si el entorno es luminoso.
Riego: Mantén el sustrato siempre húmedo, evitando tanto la sequedad como el exceso de agua. Es sensible a los cambios bruscos de humedad.
Humedad: Agradece ambientes húmedos y ventilados. Pulveriza las hojas en días calurosos, sin mojar las flores.
Poda: Pode después de la floración para mantener la forma y estimular nuevos brotes. Retira flores y hojas secas con regularidad.
Fertilización: Abona cada dos semanas en primavera y verano con fertilizante ácido o equilibrado (tipo para azaleas); reduce en otoño y suspende en invierno.
Trasplante: Trasplanta cada 2–3 años, preferiblemente a comienzos de la primavera. Usa un sustrato ácido y bien drenado de akadama, kanuma y un poco de turba.
Floración: La Gardenia jasminoides seduce por su equilibrio de contrastes — el verde intenso del follaje, el blanco puro de las flores y su perfume suave — símbolo de calma, pureza y elegancia natural.
Ficha técnica