Quercus suber - 8

Luz solar: El Quercus suber prefiere pleno sol para un crecimiento sano y vigoroso. Puede tolerar algo de sombra, pero el desarrollo será más lento y la producción de bellotas puede verse afectada.

Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, especialmente durante los meses más calurosos. Evite el encharcamiento, ya que la encina alcornoque es sensible al exceso de agua. Deje secar la capa superficial del suelo entre riegos para prevenir la pudrición de las raíces.

Humedad: El Quercus suber no es muy exigente con la humedad ambiental, aunque se beneficia de niveles moderados. No es necesario un recipiente con agua, salvo que el ambiente sea extremadamente seco.

Poda: La poda es importante para mantener la forma y la salud del árbol. Pode el alcornoque en invierno para eliminar ramas muertas o enfermas. Evite podar en primavera y verano, ya que esto puede perjudicar el crecimiento y la producción de bellotas.

Fertilización: Fertilice el Quercus suber en primavera y verano con un abono equilibrado. Evite fertilizantes demasiado ricos en nitrógeno, ya que pueden favorecer un crecimiento excesivo del follaje en detrimento de la producción de bellotas.

Trasplante: Trasplante el alcornoque cada 3 a 5 años, preferiblemente en primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. Utilice una mezcla de tierra bien drenada y rica en materia orgánica.

Floración y Fructificación: El Quercus suber produce pequeñas flores amarillentas en primavera, seguidas de bellotas que maduran en otoño. La producción de bellotas puede variar de un año a otro, pero una poda adecuada ayuda a estimular una buena cosecha.