Larix decidua - B5410

Luz solar: Prefiere pleno sol. Debe recibir luz solar directa la mayor parte del día para garantizar un crecimiento sano y vigoroso.

Riego: Mantenga el sustrato ligeramente húmedo, evitando el encharcamiento. El alerce aprecia una humedad constante, especialmente durante los meses de crecimiento activo.

Humedad: Prefiere ambientes con humedad moderada a alta. Evite lugares demasiado secos, sobre todo en climas cálidos.

Poda: Pode después del crecimiento primaveral para mantener la forma y controlar el vigor. El pinzado de nuevos brotes ayuda a obtener una ramificación más fina y equilibrada.

Fertilización: Fertilice durante la primavera y el verano con un fertilizante equilibrado para coníferas. Reduzca a finales del verano y evite durante el invierno.

Trasplante: Trasplante cada 3-4 años, preferiblemente en primavera, antes del inicio del nuevo crecimiento. Use un sustrato bien drenado pero capaz de retener algo de humedad.

Floración: La belleza del Larix decidua se manifiesta en sus transformaciones estacionales —de las agujas tiernas de primavera a los tonos dorados del otoño— y en la textura robusta de su tronco, que transmite serenidad y fortaleza al bonsai.