Larix decidua - B5249

Luz solar: Larix decidua prefiere pleno sol para un buen crecimiento y desarrollo. Puede tolerar sombra parcial, pero el crecimiento puede ser más lento y el color de las hojas puede no ser tan vibrante.

Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, pero evite encharcarlo. Deje que la capa superior del suelo se seque un poco entre riegos. Larix decidua es más tolerante a la sequía que algunas otras especies de árboles, pero aún así necesita riego regular, especialmente durante períodos de calor intenso.

Humedad: Larix decidua no es muy exigente respecto a la humedad, pero se beneficia de niveles moderados. No es necesario un recipiente con humedad a menos que el ambiente sea extremadamente seco.

Poda: La poda es importante para mantener la forma y estimular el crecimiento saludable de Larix decidua. Pode el crecimiento nuevo para promover la ramificación y mantener un tamaño adecuado. Evite podar durante los meses más calurosos para evitar daños al árbol.

Fertilización: Fertilice Larix decidua durante la estación de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado y soluble en agua. Reduzca o suspenda la fertilización a finales del verano y en otoño.

Trasplante: Trasplante Larix decidua cada 2–3 años, preferentemente en primavera, antes del inicio del nuevo crecimiento. Use una mezcla de suelo bien drenada para garantizar un buen desarrollo del árbol.

Floración y Fructificación: Larix decidua es un árbol conífero que produce conos masculinos y femeninos. Sus hojas cambian de color en otoño, volviéndose amarillas antes de caer. No produce frutos como las Pyracanthas, pero es conocido por su belleza y cambio de color estacional.