Pinus thunbergii - B4607

Luz solar: Prefiere pleno sol durante todo el día. La exposición directa es esencial para un crecimiento fuerte y agujas sanas.

Riego: Riega de forma moderada, dejando que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Evita el encharcamiento, ya que las raíces del pino requieren buena aireación.

Humedad: Se adapta bien a distintos niveles de humedad, pero agradece una buena ventilación.

Poda: Realiza la poda estructural a finales del invierno. La pinza de los nuevos brotes (“candles”) en primavera es fundamental para equilibrar el vigor y fomentar la ramificación fina.

Fertilización: Abona regularmente desde principios de primavera hasta finales de otoño, reduciendo la frecuencia en verano. Utiliza fertilizante orgánico de liberación lenta.

Trasplante: Trasplanta cada 3–4 años, al comienzo de la primavera. Usa un sustrato muy bien drenante (akadama, pomice y kiryuzuna).

Floración y fructificación: Produce pequeños conos tras la maduración de las flores masculinas y femeninas. Su principal atractivo reside en la estructura, las agujas y la corteza.