Acer buergerianum - B5433

Luz solar: Prefiere pleno sol o luz intensa, pero agradece cierta protección durante las horas más calurosas del verano, especialmente en climas cálidos, para evitar quemaduras en las hojas.

Riego: Mantenga el sustrato uniformemente húmedo, evitando encharcamientos o sequedad prolongada.

Humedad: Prefiere ambientes frescos y húmedos, con buena ventilación.

Poda: Se puede podar a finales de invierno para estructurar y en verano para refinar la forma. Responde muy bien a la pinzada regular.

Fertilización: Fertilice de primavera a verano con un abono equilibrado; reduzca en otoño y suspenda durante el invierno.

Trasplante: Trasplante cada 2–3 años, en primavera, antes de la brotación. Utilice un sustrato bien drenado, como akadama mezclada con piedra pómez fina.

Floración y fructificación: El Acer buergerianum produce pequeñas flores discretas en primavera, seguidas de frutos alados de tonos marrón rojizo, aportando al bonsái movimiento e interés a lo largo del año.