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Originario de Japón, Corea y China, el Acer palmatum es una de las especies más emblemáticas del bonsái, admirado por la finura de su follaje y la riqueza de sus colores estacionales. Las hojas, delicadamente divididas, brotan en tonos verdes o rojizos
Envío y plazos de entrega
Política de devolución
Luz solar: Prefiere buena luz con protección frente al sol intenso del mediodía. La sombra parcial ayuda a conservar la vitalidad y el color del follaje.
Riego: Mantén el sustrato siempre ligeramente húmedo, evitando tanto la sequedad como el exceso de agua. Sensible al calor y la sequedad.
Humedad: Agradece ambientes frescos, húmedos y bien ventilados. Evita lugares calurosos y secos.
Poda: Pode a finales de invierno para estructurar y en verano para refinar la silueta. Evita podas fuertes durante el crecimiento activo.
Fertilización: Abona de primavera a verano con fertilizante orgánico suave. Reduce en otoño y suspende en invierno.
Trasplante: Trasplanta cada 2–3 años, en primavera, antes de la brotación. Usa una mezcla bien drenada de akadama y pomice fina.
Apariencia: El Acer palmatum representa la elegancia cambiante de las estaciones — un símbolo vivo de belleza, equilibrio y transformación.
Ficha técnica