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Originaria de regiones templadas, la Malus everest, conocida como Manzano Everest, es un árbol caducifolio apreciado en bonsái por su abundante floración y frutos ornamentales. Las flores aparecen a finales de la primavera en tonos rosa a blanco, crean
Envío y plazos de entrega
Política de devolución
Luz solar: Prefiere pleno sol para estimular floración intensa y desarrollo saludable del árbol. Puede tolerar sombra parcial, pero la floración será menos abundante.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, evitando encharcamientos. Reduce el riego en invierno, durante el reposo vegetativo.
Humedad: Prefiere humedad moderada. Pulverizaciones ocasionales pueden ayudar a mantener el follaje saludable, especialmente en climas secos.
Poda: Puede podarse tras la floración para eliminar ramas no deseadas, mantener la forma y estimular ramificación fina. La poda estructural debe realizarse a finales del invierno.
Fertilización: Abona desde la primavera hasta principios del otoño con fertilizante equilibrado. Suspende la fertilización a finales del verano para preparar el árbol para el reposo invernal.
Trasplante: Trasplanta cada 2–3 años, preferiblemente a comienzos de primavera, utilizando un sustrato bien drenante (mezcla de akadama, pomice y arena).
Floración y fructificación: Produce abundantes flores a finales de la primavera, seguidas de pequeños frutos decorativos que permanecen en otoño. Su principal valor ornamental reside en la floración vistosa y el follaje compacto.
Ficha técnica