Malus Everest - B5307

Luz solar: La Malus Everest prefiere pleno sol para una mejor floración y fructificación. Puede tolerar sombra parcial, pero la producción de frutos será menor.

Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Permita que la capa superficial del suelo se seque un poco entre riegos. Esta especie es más tolerante a la sequía que otras variedades de manzano, pero aún necesita riego regular, especialmente cuando se cultiva en macetas de bonsái.

Humedad: La Malus Everest no es muy exigente en cuanto a humedad, pero se beneficia de niveles moderados. No es necesario usar una bandeja de humedad, salvo que el ambiente sea extremadamente seco.

Poda: La poda es esencial para modelar y mantener la forma del bonsái. Pode el nuevo crecimiento para estimular la ramificación y mantener el tamaño compacto. El alambrado puede realizarse durante la temporada de crecimiento, pero tenga cuidado de no dañar las ramas.

Fertilización: Fertilice su Malus Everest durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado y soluble en agua. Reduzca o suspenda la fertilización a finales del verano y en otoño.

Trasplante: Trasplante su Malus Everest cada 2–3 años, idealmente a principios de primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. Use una mezcla de sustrato para bonsái bien drenada.

Floración y Fructificación: La Malus Everest es conocida por sus flores blancas en primavera, seguidas de pequeñas manzanas ornamentales que permanecen durante el otoño. Una poda adecuada ayuda a estimular una buena producción de frutos.