Malus everest - B5283

Luz solar: Malus Everest prefiere pleno sol para una floración y fructificación más abundante. Puede tolerar sombra parcial, pero la producción de frutos será menor.

Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Deje que la capa superficial del suelo se seque un poco entre riegos. Es más tolerante a la sequía que otras variedades de manzano, pero requiere riego regular, especialmente cuando se cultiva en maceta de bonsái.

Humedad: Malus Everest no es muy exigente en cuanto a humedad, pero se beneficia de niveles moderados. No es necesario un bandeja de humedad, a menos que el ambiente sea extremadamente seco.

Poda: La poda es esencial para modelar y mantener la forma del bonsái. Pode el crecimiento nuevo para estimular la ramificación y mantener el tamaño compacto. La poda con alambre puede realizarse durante la temporada de crecimiento, pero tenga cuidado con las espinas.

Fertilización: Fertilice su Malus Everest durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado y soluble en agua. Reduzca o suspenda la fertilización a finales del verano y durante el otoño.

Trasplante: Trasplante su Malus Everest cada 2–3 años, idealmente a principios de primavera, antes del nuevo crecimiento. Utilice una mezcla de suelo para bonsái bien drenada.

Floración y fructificación: Malus Everest es conocida por sus flores blancas o ligeramente rosadas que aparecen en primavera, seguidas de pequeñas manzanas que se mantienen durante el otoño. Una poda adecuada ayuda a estimular una buena producción de frutos.