Originaria de la región del Mediterráneo, Prunus mahaleb es una especie de árbol muy apreciada en el mundo del bonsái por su hermosa floración y frutos decorativos. Sus flores blancas y fragantes aparecen en primavera, seguidas de pequeños frutos rojos
Envío y plazos de entrega
Política de devolución
Luz solar: Prunus mahaleb prefiere pleno sol para un buen desarrollo y floración. Puede tolerar algo de sombra, pero la cantidad de flores y frutos puede verse reducida.
Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, evitando encharcarlo. Deje que la capa superior del suelo se seque entre riegos. Es más resistente a la sequía que otras variedades de cereza, pero aún requiere riegos regulares, especialmente en macetas de bonsái.
Humedad: Prunus mahaleb no es muy exigente en cuanto a la humedad, pero se beneficia de niveles moderados. No es necesario un bandeja de humedad, a menos que el ambiente sea muy seco.
Poda: La poda es importante para mantener la forma y estimular un crecimiento saludable. Se puede podar el nuevo crecimiento para promover la ramificación y mantener el tamaño deseado. El alambrado se puede realizar durante la estación de crecimiento, pero hay que tener cuidado de no dañar el árbol.
Fertilización: Fertilice Prunus mahaleb durante la estación de crecimiento con un fertilizante equilibrado y soluble en agua. Reduzca o suspenda la fertilización al final del verano y durante el otoño.
Trasplante: Trasplante Prunus mahaleb cada 2–3 años, preferiblemente a comienzos de primavera, antes del nuevo crecimiento. Utilice una mezcla de suelo bien drenada, adecuada para bonsái.
Floración y fructificación: Prunus mahaleb produce flores blancas en primavera, seguidas de pequeños frutos oscuros. Una poda adecuada puede ayudar a promover una buena producción de frutos.
Ficha técnica