Originaria de China, la Wisteria sinensis, conocida como Glicinia china, es una trepadora caducifolia muy apreciada en bonsái por sus racimos colgantes de flores perfumadas que aparecen en abundancia en primavera. Sus flores, de tonos lilas o blancos,
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Política de devolución
Luz solar: Prefiere pleno sol para florecer abundantemente. La exposición directa al sol es esencial para el desarrollo de brotes florales fuertes y sanos.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, evitando el encharcamiento. En verano, riega con frecuencia y reduce el riego en invierno, durante el reposo vegetativo.
Humedad: Prefiere humedad moderada. Las pulverizaciones ocasionales son beneficiosas en días calurosos o secos.
Poda: Puede podarse después de la floración para controlar el tamaño y estimular la formación de nuevos brotes florales. La poda de invierno sirve para definir la estructura y eliminar ramas no deseadas.
Fertilización: Abona desde la primavera hasta comienzos del otoño con fertilizante bajo en nitrógeno y rico en fósforo y potasio, para favorecer la floración.
Trasplante: Trasplanta cada 2–3 años, preferiblemente a comienzos de primavera. Usa una mezcla bien drenante (akadama, pomice y algo de arena).
Floración y fructificación: Florece a comienzos de la primavera, antes o durante la brotación, con racimos largos y perfumados de flores lilas o blancas. Puede formar vainas de semillas tras la floración. Su principal valor ornamental reside en las flores colgantes y en el tronco escultórico.
Ficha técnica