Originario de Japón, el Acer palmatum “Arakawa”, conocido como Arce japonés Arakawa, es una variedad caducifolia muy apreciada en bonsái por la textura rugosa de su corteza y los vivos colores de su follaje. Con el tiempo, el tronco adquiere un aspecto
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Política de devolución
Luz solar: Prefiere sol filtrado o sombra parcial, especialmente en climas cálidos. La exposición al sol de la mañana es ideal para resaltar los colores de las hojas, evitando quemaduras durante las horas de mayor calor.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, evitando encharcamientos. En verano, riega con más frecuencia y reduce el riego en invierno, durante el reposo vegetativo.
Humedad: Prefiere humedad moderada a alta. Pulverizaciones ocasionales ayudan a mantener el follaje saludable, especialmente en ambientes secos.
Poda: Puede podarse durante la estación de crecimiento para controlar el tamaño y estimular la ramificación fina. La poda estructural debe realizarse a finales del invierno. El deshoje parcial puede hacerse para reducir el tamaño de las hojas.
Fertilización: Abona desde la primavera hasta principios del otoño con fertilizante equilibrado o específico para arces. Reduce la fertilización a finales del verano para preparar el árbol para el reposo invernal.
Trasplante: Trasplanta cada 2–3 años, preferiblemente a comienzos de primavera, antes de la brotación. Usa una mezcla bien drenante (akadama, pomice y arena).
Floración y fructificación: Produce pequeñas flores discretas en primavera y frutos alados ocasionales. Su principal valor ornamental reside en la corteza rugosa, el tronco envejecido y los tonos cambiantes del follaje a lo largo del año.
Ficha técnica