Originaria de la región del Mediterráneo, la Olea europaea sylvestris, conocida como Ullastre o Olivo silvestre, es un árbol perenne muy apreciado en bonsái por su rusticidad, tronco retorcido y copa compacta. Sus hojas pequeñas, verde- grisáceas y cor
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Luz solar: Prefiere pleno sol. La exposición directa favorece el desarrollo del tronco, la compactación del follaje y una floración más intensa.
Riego: Tolera períodos de sequía, pero en bonsái debe regarse regularmente durante la estación de crecimiento, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. En invierno, reducir considerablemente el riego.
Humedad: Se adapta a distintos niveles de humedad, siendo ideal una humedad moderada. Pulverizaciones ocasionales pueden realizarse durante los meses más cálidos.
Poda: La poda es esencial para controlar el crecimiento, estimular la ramificación fina y mantener la forma estética. Puede realizarse durante la estación de crecimiento, con poda estructural a finales del invierno o inicio de la primavera.
Fertilización: Abona desde la primavera hasta el otoño con fertilizante equilibrado o específico para olivos. Suspende la fertilización en invierno.
Trasplante: Trasplanta cada 3–4 años, preferiblemente a comienzos de la primavera, usando un sustrato bien drenante (mezcla de akadama, pomice y arena).
Floración y fructificación: Produce pequeñas flores blancas perfumadas en primavera, seguidas de pequeños frutos verdes que maduran en aceitunas oscuras. Su principal valor ornamental reside en el tronco retorcido y el follaje compacto.
Ficha técnica